Desde la asignatura de Educación Física, las clases de 2º de Primaria junto con el Gabinete Psicopedagógico Escolar no podemos dejar de contaros una experiencia que nos ha cambiado la manera de ver el deporte y al mismo tiempo a las personas.
La experiencia ha sido tan bonita que no podemos dejar de compartirla con todos vosotros. Tuvimos la suerte de que vinieran a enseñaros a jugar a boccia un grupo de alumnos del colegio Centro de Parálisis Cerebral Infantil de Cruz Roja.
Cuando me hablaron del proyecto Andrés, el profesor de Educación física, Amparo y Gonzalo, tutores de 2º, pensamos que sería una oportunidad increíble para que nuestros alumnos conocieran y profundizaran en qué significa que una persona tenga discapacidad, en este caso por parálisis cerebral, que consiguieran empatizar con ellos y qué mejor manera para hacerlo que a través del deporte.
Nuestros amigos del Centro CPCI de Cruz Roja, nos enseñaron a jugar a boccia, son muy buenos en este deporte, y compiten dentro de su federación. La boccia es un deporte específico para deportistas con parálisis cerebral y otras discapacidades físicas severas muy similar a la petanca, es un deporte originario de la Grecia Clásica, y adaptado en los años 70 en los países nórdicos para personas con discapacidad.
Aprendimos a jugar pero aprendimos algo mucho más importante pues aprendimos a empatizar, respetar, entender, superar barreras y acoger.
En clase, el día de antes entre los profes y el gabinete psicopedagógico, reflexionamos sobre lo qué es la discapacidad. Lo hicimos a través del cuento “Ori se va de campamento”.
Si queréis saber más podéis visitar la página de Plena Inclusión: http://plenainclusioncv.org
Les damos las gracias a nuestros compañeros del CPCI Cruz Roja, a sus profesores y a Mayka Martí, mama de Adrián, por darnos la oportunidad de aprender tanto.